El Intendente Alejandro Molero inició las sesiones legislativas del 2024 con su discurso que se dio en el Cine teatro Antonio Lafalla ante una buena concurrencia de autoridades y vecinos en general.
Fue el primer discurso ante los concejales y causó sorpresa a la hora de hablar de la gestión que llevará adelante, marcando lineamientos de trabajo en conjunto y remarcando permanente la realidad del estado.
Molero reconoció avances en educación, seguridad y mejoras en el municipio. Sin embargo, también señaló la grave crisis económica del país y las necesidades de la comunidad.
Destacó la importancia de asumir responsabilidad y liderazgo en tiempos difíciles, instando a la unidad y diálogo entre los poderes del Estado. Propuso hacer más con menos para salir de la crisis, enfatizando la necesidad de consensos y trabajar por el futuro. Finalizó pidiendo ayuda a la comunidad para enfrentar los desafíos, destacando la importancia de trabajar juntos para construir un mejor futuro para General Alvear.
“Es un placer, un sueño, el honor más grande estar hoy aquí para dar inicio a las sesiones legislativas 2024. Pero esto no quiere decir que será la única vez que esté aquí, seguramente estaré cada vez que este cuerpo así lo desee”, empezó diciendo el Intendente.
Después sostuvo que la realidad del momento implica hacer cambios, y pidió disculpas a su equipo que durante los últimos días han desarrollado un informe detallado de cada una de sus áreas, “igualmente ya lo hemos hecho llegar en formato digital dicho informe a cada uno de los concejales para que puedan leerlo y analizarlo. Con gusto escucharé su devolución más adelante”.
“Podría decir que hemos logrado significativos avances en educación sobre todo desde la primera infancia impulsando el método Montessori en cada jardín maternal del municipio.
Que estamos realizando una limpieza del departamento como nunca antes se implementó, que pese a las dificultades ya logramos transformar la iluminación de las principales arterias en tecnologías led.
Estamos desde el municipio invirtiendo recursos económicos en brindar seguridad a nuestros vecinos implementando cámaras de seguridad o poniendo vehículos del ejecutivo al servicio de la policía de Mendoza.
Que en tan solo tres meses hemos resuelto un reclamo paritario de años como es la incorporación del código 02 al básico no solo mejorando el sueldo sino poniendo en valor al empleado municipal”, destacó.
“Pero hoy este intendente viene a decirles la verdad y aunque sea incómoda es la mejor forma de mirar a nuestro pueblo y hacerles saber la situación que enfrentamos. Nuestro país atraviesa quizás la crisis económica y financiera más grave de su historia”, siguió.
Dijo conocer cada una de las necesidades en cada uno de los rincones del departamento. “Sabemos y conocemos cada una de las calles, las distintas arterias que debemos consolidar, que debemos pavimentar. Sabemos los lugares en los que necesitamos luminarias. Conocemos en definitiva la infraestructura que nuestro departamento necesita para seguir creciendo y avanzando. Sabemos de las problemáticas que aquejan a cada uno de nuestros vecinos. Somos conscientes de la falta de trabajo. Somos conscientes de las dificultades en algunos sectores de nuestras zonas rurales y de distritos de acceder a un servicio tan básico y fundamental como es el servicio de agua potable. Conocemos la tristeza, el vacío que sufre cada familia por cada joven que deja esta tierra para poder estudiar o trabajar. Sabemos lo dificultoso que resulta para cada empresario, para cada comerciante, para cada agricultor, para cada emprendedor seguir de pie, seguir produciendo, seguir generando riqueza y empleo en esta Argentina de hoy. Sabemos de los altos índices de delito, tanto de robo como de hurto, en nuestro departamento y que el 80% de esos delitos son cometidos por personas menores de edad”.
A renglón seguido explicó que este conocimiento de la realidad que vivimos, de las necesidades que tenemos y de las falencias que debemos enfrentar no nos puede detener. Mucho menos inmovilizar ni deslindar responsabilidades a estamentos de gobiernos nacional o provincial, “por el contrario, nos obliga a asumir como nunca antes la responsabilidad y liderazgo que nuestra investidura conlleva en estos momentos difíciles”.
“La sociedad de mi querido General Alvear mayoritariamente me dio esta enorme responsabilidad de estar al frente del gobierno municipal, para liderar un proceso que nos saque de esta crisis y nos conduzca hacia un destino y hacia un futuro de progreso, de crecimiento y de oportunidades. En una sociedad donde no abundan los buenos ejemplos, somos los primeros que tenemos que dar esos buenos ejemplos. Este es el primer intendente de la historia que no tiene designado un chofer, que al igual que sus funcionarios se movilizan en sus vehículos particulares para ir y volver de su hogar al trabajo. Estamos reduciendo el gasto superfluo del municipio de General Alvear. Estamos ajustando cada una de las aristas, cada uno de los estamentos del estado departamental para cuidar más que nunca el recurso de todos los alvearenses”, recalcó.
Aclaró que asumió en diciembre, con un gasto de más de 80.000 litros de combustible, “que bajamos en nuestro primer mes a 72 mil litros, en el segundo a 68.000 litros y hoy, en el mes de febrero, hemos consumido algo menos de 60.000 litros de combustible, redoblando el esfuerzo, trabajando más horas con nuestra gente y nuestra maquinaria en cada uno de los rincones del departamento”.
Contó que para liderar un proceso de crisis no solamente hay que reducir, achicar y ahorrar, “hay que hacer más con menos, tenemos que impulsar un proceso social de salida de una crisis tan profunda. Para lo que invito e insto a los demás poderes del Estado, al Concejo Deliberante, a hacer esfuerzos similares que redunden en beneficio de nuestra población. Para eso necesitamos diálogo, necesitamos unidad, necesitamos templanza, pero también entendimiento. Necesitamos consensos y entender definitivamente que a este pueblo que amamos, que a esta comunidad que cuidamos, que protegemos, que queremos y hemos elegido para vivir y desarrollarnos, necesita de todos nosotros”.
Y solicitó: “hoy los convoco a todos a hacer el mayor esfuerzo en medio de estas dificultades. Quienes ocupamos lugares de responsabilidad, tenemos como obligación intentar evitar las crisis, no provocarlas. El costo de las crisis se distribuye siempre de modo desigual y en cada controversia o en cada colapso institucional muchas personas se encuentran sin defensa efectiva alguna. Algunas crisis son inevitables y algunas transformaciones generan un contexto crítico. Teniendo esto en cuenta, no es idéntico enfrentar una crisis, que alimentarla. La historia nos dice que las escaladas sistemáticas no son una demostración de fuerza sino más bien de ausencia de creatividad. El costo humano de vivir en tensión permanente, muy pocas veces, es evaluado en las esferas de poder y un porcentaje de la pérdida de legitimidad política, está asociada al cansancio de una sociedad que cotidianamente sortea obstáculos de miles de maneras, frente a una dirigencia vieja o nueva que parece no esquivar ninguno. Llegamos hasta aquí porque aun haciendo un uso abusivo del Estado, el gobierno de los Fernández y Maza no logró convencer a la sociedad de la necesidad de su continuidad. Hay consenso sobre el agotamiento de las respuestas irresponsables fiscalmente. Es un activo que el gobierno actual no debe mal usar porque si bien heredó un panorama desolador, existe como nunca un alto nivel de conciencia social al respecto. La Argentina no solo necesita recuperar su solvencia económica pública, también necesita mejorar su convivencia, regenerar la confianza, reformar muchas instituciones, ajustar su sistema de incentivos, incrementar su competitividad, generar mejores condiciones sociales y conformar un imaginario de futuro compartido. Estos objetivos, deben ser complementarios, de lo contrario no podrán sostenerse en el tiempo. Tampoco pueden mejorarse las condiciones sociales sin mejoras en la competitividad”.
Para Molero la propuesta del Pacto de Mayo es un paso adelante. Más allá de las descalificaciones, el gobierno parece reconocer el valor del acuerdo. “Ahora bien, un pacto de Estado no es un contrato de adhesión. La interlocución entre los actores de la vida política requiere de compromisos recíprocos de reconocimiento de agendas diversas. Lo que vimos hasta ahora, la polarización extrema y el insulto como práctica no es un juego de locos como muchos pueden suponer, es una especulación mezquina, lleva siempre agua para algún molino. Provocar una crisis profunda que altere el funcionamiento institucional afecta a los ciudadanos y ciudadanas, pero lamentablemente puede ser una oportunidad para quien considere que el actual marco lo limita en sus aspiraciones. Las tensiones del presente no absuelven a quienes en las últimas décadas tuvimos responsabilidades políticas, pero nadie puede ser cancelado cuando de lo que se trata es de abrir una conversación sobre la recuperación del país. Estamos a tiempo, no es cierto y es peligroso pensarlo de esta manera que el país pueda dividirse entre justos y réprobos, no es bueno administrar los recursos públicos a golpe de rencor”.
Para el Intendente estas tareas tan delicadas como las que exige el momento requieren de más grandeza y menos imposturas. “Se trata de hacer lo que nos corresponde a cada uno por nuestro futuro. Deseo que nuestras futuras generaciones recuerden que, en lo peor de la crisis, cuando no podía sobrevivir otra cosa más que la esperanza y la virtud del esfuerzo, la ciudad y el agro, se apresuraron a hacerle frente. Y sí, habrá momentos duros, habrá momentos difíciles, pero tomaremos decisiones con valentía y espero me acompañen a defender esas decisiones que tomaremos también con valentía. Y les aseguro que cuando todo pase y miremos hacia atrás, veremos que valió la pena, que todo ha valido la pena”.
Con mucho énfasis dijo que este es un pueblo culto, laborioso, solidario y orgulloso, un ejemplo de que un pueblo puede salir adelante si así lo desea, “y ese éxito se logrará con la ayuda de Dios y con el trabajo de todos nosotros. Les pido con muchísima humildad que me ayuden, sobre todo cuando los esfuerzos, la energía y la lucidez muchas veces menguan por el insomnio de la impotencia y preocupación, ante el desgaste de las gestiones que no dan fruto y el agobio de las infinitas demandas de nuestros vecinos. Que acompañen a este puñado de hombres y mujeres de nuestro departamento que forman un gran equipo y que algunos llaman gabinete”.
Explicó que los ha elegido por sus capacidades y sus cualidades y les he indicado que tienen que trabajar y hacer lo mejor por Alvear. “Su única tarea será trabajar incansablemente para que todos se sientan orgullosos de su pueblo. Que cada uno de ellos, en su área de trabajo, todos los días hagan lo necesario para que los alvearenses que hoy están acá, los que nos miran por televisión, nos escuchan por las radios, los que están a través de las redes sociales y los que se encuentran fuera de nuestro departamento, se sientan orgullosos de ser hijos de esta tierra. Esta fue mi primera tarea encomendada a ellos y será la última que les daré”.
Preponderó que de ahora en adelante el poder “ya no está en nosotros como gobierno, sino que está en todos nosotros como pueblo, como comunidad. Está en las manos de nuestros agricultores, en las manos de nuestros profesionales, en las manos de nuestros obreros y nuestros jóvenes, en las manos de nuestros docentes que formarán las futuras generaciones, en las manos de nuestros artistas y emprendedores, en las manos de nuestras amas de casa y en las manos de nuestras personas con discapacidad y en las manos de cada uno de nosotros. Que Dios bendiga e ilumine a los que tenemos la responsabilidad de la toma de decisiones. Que Dios bendiga a nuestro pueblo, volvamos juntos a hacer de esta bendita tierra, UNA TIERRA DE OPORTUNIDADES” concluyó.